martes, 19 de noviembre de 2013

Despido o baja voluntaria del trabajador

Un empleado se ausenta del trabajo porque le hicieron una llamada de atención por el rendimiento, discute con el empleador y él asume que está despedido sin estarlo.

No se presenta a trabajar. Y además, cuando se le pide la carta de renuncia, él no accede a presentarla porque, según él, está despedido, sin que en ningún momento el empleador haya tomado esa decisión. ¿Me pueden ayudar con el proceso a seguir en esta situación?

El despido es un acto recepticio que exige ser comunicado al trabajador de forma fehaciente, y por escrito, consecuentemente el hecho de que el trabajador se considere despedido por una manifestación verbal de la empresa, no le legitima en principio para faltar a su puesto de trabajo, salvo que expresamente le imposibiliten hacerlo.
No obstante, lo mismo ocurre con la baja voluntaria del trabajador. Según la Jurisprudencia, la extinción del contrato de trabajo por voluntad del trabajador exige la concurrencia de determinados requisitos, entre ellos el referente a que la declaración de voluntad sea "clara, concreta, consciente, firme y terminante, reveladora de su propósito; puede ser expresa o tácita, pero en este caso ha de manifestarse por hechos concluyentes, es decir, que no dejen margen alguno para la duda razonable sobre su intención y alcance."
Consecuentemente en estas circunstancias, el empleador tampoco puede exigir la renuncia del trabajador, sino que si quiere poner fin a esa relación laboral deberá proceder al despido.
Téngase en cuenta que la renuncia obtenida mediante coacción, entraña un vicio del consentimiento y podría ser objeto de impugnación ante los Juzgados de lo Social, solicitando que se declare que la renuncia así obtenida por el empleador, es en realidad un despido, y que el mismo es improcedente por falta de cumplimiento de los requisitos legales previstos para proceder al mismo.

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